IGNACIO CAVADA VERDUGO

Soy una chispa de fuego
que del bosque en los abrojos
abro mis pétalos rojos
en el nocturno sosiego.

Muchos  recordarán la melodía de esta popular canción chilena y muchas personas dirán que la canción se llama Los Copihues Rojos, pero estamos seguros que pocos evocarán al inventor de este poema o al padre de su melodía  o el verdadero título de la composición.

Algo así como ocurre con la canción popular “que grande que viene el rio, que grande se va a la mar”, que todos vocean en fiestas y convivencias y no atinan con el poeta.

Son los versos que quedan pegados eternamente en el imaginario popular.

La poesía de Ignacio Cavada Verdugo tuvo comentarios favorables de la crítica especializada, incluso la capitalina, siempre tan centralizada y ajena al quehacer cultural de la provincia.

Alone, el más grande de los críticos literarios, se expresó en buenos términos.

Según los escasos estudios sobre su obra, ésta fue desperdigada en las páginas de diarios, revistas y periódicos

El recuerdo de “soy una chispa de fuego, que del bosque en  los abrojos…” (El poema se llama El Copihue Rojo) continuará retintineando en la mentes de los chilenos que inmovilizan no tan sólo la melodía (de Arturo Arancibia Uribe), sino el fondo del poema, relativo, principalmente, a los bosques, cordillera, lágrimas araucanas,  selva, rucas, ranchos, cadenas,  nieve, dolor, pumas y  los conflictos (el fuego y la ambición) que han tenido por siglos los dueños de la tierra ancestral de Arauco.

La canción fue popularizada por los Hermanos Silva y la soprano  Rayén Quitral. También por otros cantantes, cuya mayor dificultad, sin duda, estaba en el esfuerzo lírico. No cualquiera tuvo o tiene la voz para interpretar las sentidas palabras de este poema inmortal, lo cual habla muy bien del compositor, apegado a la música clásica.

Rasgos Biográficos

Nació en Concepción, Estudio humanidades en Concepción y Derecho en la Universidad de Chile y Católica. Secretario de la Intendencia. Posteriormente fue administrador de fundos en la región de Mulchén, donde se afincó, casó y tuvo descendencia. Hijo Ilustre de Mulchén. Murió en Santiago.

Obra: Alma de Chile (1962) publicado por la Municipalidad de Mulchén.