MARIA MONVEL

Pocos poetas pueden vanagloriarse de obtener, en el inicio de su vocación, opiniones tan importantes como las de Gabriela Mistral, Eduardo Barrios, Alone, Manuel Rojas, García Oldini, Abel Valdés, etc. Nuestra ganadora del Premio Nobel dijo que era la mejor poetisa de Chile y una de las grandes en América, colocándola al mismo nivel de Alfonsina Storni y Juana de Ibarbouru. Los otros destacan su poesía límpida, sencilla, espontánea y delicada.

En otra palabras, concitó desde el principio lo que muchos autores buscan con ahínco: la aceptación de la crítica literaria lo cual deviene, posteriormente, en la llegada a un público numeroso. Todo hacía presumir, entonces, una vida literaria fructífera.  

 Pero no somos dueños de nuestras vidas y la muerte, demasiado temprano, vino a destruir el cristal de su cuerpo, llevándosela a lo desconocido.

La poesía de María Monvel (seudónimo de Tilda Brito Letelier) se caracteriza, como decíamos, por su sencillez y espontaneidad, además de escribir lejana a la retórica, extraño en su época, y donde la transparencia ocupa privilegiado lugar. Los motivos de su tarea son el amor de juventud, algo de erotismo, la tierra, los viajes, el paisaje, la maternidad, los juegos. Hay en su poesía levedad, ritmo y concisión. Tradujo a Goethe y los sonetos de Shakespeare . Entre sus poemas conocidos resaltamos “Marineros”.

Rasgos biográficos

Nació en Iquique en 1899. Estudios en la ciudad natal. Casó a temprana edad, fracasando. Se radicó en Santiago donde contrajo matrimonio con el crítico literario Armando Donoso. Viajó por América y Europa. Sus primeros poemas aparecieron en revistas y folletines de provincia y en 1917 fue antologada con su nombre real en Selva Lírica. Dirigió la revista Para Todos, publicada por la Editorial Zig-Zag .Falleció en 1936 a los 37 años de edad después de una larga enfermedad

Libros publicados

Remansos del ensueño, Imprenta Universitaria, 1918, Fue sí, Nascimento, Santiago, 1922, El marido gringo, Sociedad Boletín Comercial Salas & Cía., Santiago, 1926, Sus mejores poemas, antología preparada por la misma autora, 116 Nascimento, Santiago, 1934; Últimos poemas, Nascimento, Santiago, 1937

ARTURO FLORES PINOCHET